Encontrarse a uno mismo

 Sospecho que todo lo que me ocurrió este último tiempo no es fortuito. Más bien imagino que corresponde a un destino dibujado donde ninguna pincelada es inútil. Me dijeron que si uno no toma algunas decisiones la vida las toma por uno, y nunca pensé que fuera tan real. 

Creo que generalmente escribo porque mi mente despistada y mi memoria frágil hacen que lo olvide todo. Escribir me recuerda que la vida sucede tan de prisa que no alcanzo a medir la consecuencias de los actos antes de terminar de masticarlos. Creemos en la ficción del tiempo pasado presente y futuro cuando quizás en realidad pasa todo simultáneamente. 

Espero estar decidiendo bien, con el corazón (es la única herramienta que tengo como guía). Quiero pensar que es mi misión escuchar estos latidos que dan ritmo a mis pasos. El pulso firme, el corazón blando, la mirada complaciente y la sonrisa en alto. Algo de mi estoy dispuesta a encontrar. Mientras las hojas del otoño caen, yo me desvisto con ellas. Quizás, después de un largo invierno, volvamos a nacer.


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