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Hoy, lo que dura este instante, mi espalda sobre la pared y el mate calentito entre mis piernas. Convivo con la sensacion de que siempre me estoy olvidando algo; con el miedo de ser coqueteada por esta vorágine peligrosa que extingue todo tipo de originalidad. 

Quiero viajar, recorrer, conocer, adentrarme en los misterios del planeta; pero permanezco quieta. Tal vez sea cierto, lo que queremos no es lo que hacemos.

El mate entre mis piernas se está enfriando. ¿Se enfriarán también los sueños? 

El tiempo sigue por delante, como mis pies. Quizás algún día logre un cambio 

               Y

                   fuera.